Este elfo alado te invita a tocar, palpar e iniciar una relación somática con el mundo que te rodea. Te empuja a sentir la vitalidad de la vida que existe en cualquier cosa, incluyendo tu cuerpo, con el que quizás mantienes una relación problemática.
Las hadas saben que tu cuerpo es la expresión sagrada del espíritu además de una parte esencial del ser.
Te enseñan que, si alargas la mano y tocas, no solo entras en contacto con el otro, sino que además también recibes esa caricia. Por lo tanto, mediante un acto de comunicación física, nos sentimos tocados, abrazados y alimentados.
La importancia del tacto está subestimada. Este elfo te recuerda que, sin contacto, caemos en la tristeza, en la depresión y en la infelicidad.. nuestro sistema inmunitario se debilita.
El contacto de las hadas también pasa por el tacto, es distinto del contacto entre humanos pero, es un contacto físico y energético.
Este elfo quiere que te des cuenta de la necesidad de tocar y ser tocado para sentirte completo. La dimensión física se beneficia.
Estrecha a alguien entre tus brazos, cógele las manos, acaríciale la espalda, pídele que te de un masaje en los pies y entra en contacto. Deja que las mariposas acaricien tu la yema de tus dedos. Acaricia a perros y gatos. Si te sientas delante de alguien, mírale a los ojos y rózale con las rodillas. El tacto es maravilloso porque tiene el poder de tranquilizarnos, sanarnos y hacernos vibrar de felicidad.
El tacto debe ser recíproco, al tocar a alguien, recibiremos el mismo el mismo gesto. Es una forma de intercambiar energía. Lánzate al contacto físico sin miedo, sin vergüenza, sin prejuicios y sin sentirte culpable.
Tenemos el derecho de experimentar y venerar este regalo. Toca: el éxtasis que provoca el contacto físico es una sensación que las hadas pretenden que recuerdes. Explota el contacto y la sensibilidad. Da y recibe. Déjate llevar por las sensaciones corporales, por la salud, la amistad y la comunión. Es así como las relaciones se mantienen sanas y enriquecedoras.
Las hadas nos demuestran que, para glorificar los deseos físicos, se necesita fuerza vital y buena salud. Este elfo no pretende invitarnos a experimentar una especie de satisfacción física primaria, ni tampoco nos anima a llenar un vacío o a saciar un apetito. Su propósito es hablarnos de un verdadero contacto, amoroso y reconfortante.
Nos recuerda que, al tocar cualquier cosa, nos comunicamos y establecemos un vínculo. El tacto es una comunión de energía, un intercambio mutuo. No deja indiferente a nadie.
Cuando rozamos los dedos de un hada, de una forma hipersensible y plenamente consciente, alcanzamos un estado sublime.
Cuando tocamos y nos tocan, tomamos mejores decisiones.
Masajes. Amor físico. Sensualidad. Terapia corporal.
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