Si te fijas en la imagen este hada no tiene alas, sin embargo, es capaz de volar porque tiene confianza en si misma. A su alrededor todos están espantados y le suplican que se quede donde está, pero tiene fe en lo desconocido y sabe que no caerá a plomo.
Esta carta simboliza el nacimiento de un ser honesto que sale de una especie de crisis. Es un ser de una nueva creación cuya energía es inocente, confianza, poderosa y mágica.
Este hada presume de total confianza y se concentra únicamente en su voz interior. No tiene ninguna protección material, sólo extiende el brazo sin mostrar el más mínimo miedo por dar un paso adelante. Su confianza no nace del orgullo, sino de la determinación.
Da un gran salto hacia lo desconocido, el salto de la fe que suele decirse.
Se deja llevar por su fe, pero en realidad su ser mágico y milagroso goza de conocimiento instintivo maravilloso. Los nubarrones que anuncian tormenta se arremolinan a su alrededor, pero ella no vacila.
Ha superado el miedo y lo ha aceptado, sabe muy bien que lo que tenga que ser, será. Es consciente de que continuar avanzando implica la posibilidad de cura y de cambio. Es la encarnación de la Confianza.
Esta carta representa a todos aquellos que corren grandes riesgos y que, por lo tanto, pueden entrar en contacto con su espiritualidad, encarna la lección de la fe en el renacimiento del alma. Simboliza el salto valiente a lo desconocido y la confianza que depositamos en la intuición. Aunque la supervivencia no esté garantizada, sabemos que sobreviviremos.
El mensaje que nos da este hada para el día de hoy es que tomemos esos riegos que los demás consideran demasiado arriesgado, porque si no es ahora.. ¿cuando será? Ha llegado el momento de avanzar. Las personas considerarán esos riesgos muy peligrosos.
Se podría traducir por ejemplo en dejar un empleo fijo, comprometerse en una relación nueva o tomar decisiones vitales sin haber meditado previamente todas las consecuencias. Debes de estar totalmente convencido de que el único camino posible es la valentía y la confianza.
La confianza interior será quien domine tus acciones, y no los temores de los demás.
Descálzate y abandona la seguridad para aventurarte en lo desconocido a sabiendas que se curará.
Ha llegado el momento de hacer todo aquello que siempre hemos querido y que nunca nos hemos atrevido por lo que los demás no han dicho. No tengas miedo porque todo saldrá bien.
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