Este príncipe de las hadas cumple tus deseos.
Observa en el fondo de tu mirada y de tu corazón y adivina qué deseas en realidad. De este modo, antes de conocerlo, debes ser muy honesto y sincero contigo mismo.
Después de valorar tu corazón y espíritu, formula tus deseos de la manera más clara posible.
No intentes ocultarle tu perfidia, ni pretendas excusarte.
El príncipe también tiene su lado oscuro y, en su opinión, eso no es malo. Sin embargo, si no eres consciente de cómo eres en realidad, te sorprenderás cuando el príncipe haga realidad deseos que responden a una parte de ti mismo que ignoras.
Sé tu mismo y pídele de corazón qué quieres.
Ahora que sabes que tus anhelos van a ser escuchados, ¿qué vas a hacer? ¿Quieres librarte del dolor? ¿Encontrar un nuevo amor? ¿Cual es tu verdadero deseo? Todos los deseos que te acerquen a quién verdaderamente eres son "buenos", como dirían los humanos. Y aquellos que te alejen de ti mismo son los que te distraen y no aportan nada bueno.
Formula tu deseo ahora mismo. Un deseo audaz y atrevido. Auténtico y honesto. Porque el príncipe de las hadas sabe quién eres. Cuánto mejor te conozcas, más maravillosos serán los deseos cumplidos.
Si cada pensamiento es un deseo que envías al príncipe, ¿qué crees que vas a recibir?
Pronto aparecerán en tu vida, siempre bajo el disfraz de sueños y deseos que se hacen realidad.
Si quieres aprovechar al máximo las capacidades de este maravilloso ser, trata de definir muy bien qué quieres y concéntrate en tus ideas, intenciones y emociones.
Si no concuerdan mucho entre ellas, sé honesto y reconócelo. Después medita de nuevo tus anhelos y deshazte de aquellos ilógicos sin dramatizar.
Lo más importante es ser sincero y expresar lo que realmente quieres. No pasa nada por mostrarte tal y como eres; no debes ocultar ni disimular ninguna parte de ti.
Sé tu mismo, y la magia inundará tu vida.
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